Vino envejecido y que presenta aromas de clavo, cayena, pimienta y otra especies.

Vino cuyo contenido en azúcares residuales ha de estar entre 30 y 50 g/l.

Hace referencia a la duración, persistencia o postgusto de un vino una vez ingerido o catado. Una caudalía equivale a un segundo de persistencia.

Vino cuyo contenido en azúcares residuales es de entre 15-30 g/l.

Vino con aspecto graso o exceso de aceites esenciales. Problema ocasionado por un exceso o mal prensado de la uva, con rotura total o parcial de las pepitas.

Vino que procede de uvas no maduras. Vino de sabores y olores herbáceos.

Sustancias colorantes que se encuentran en los hollejos de las uvas tintas. En función del tiempo de maceración del vino con sus hollejos, darán vinos con mayor o menor color.

Vino de buena estructura, complejidad y sabor.

Gama de aromas que recuerdan al cuero, café, tostados intensos, torrefactos, humo, pan quemado y pólvora.

Vino denso, untuoso y de sensaciones algo dulzonas ocasionadas por la presencia de glicerina (componente formado durante la fermentación alcohólica). Normalmente la presencia de glicerina y alcohol, se observa visualmente en la copa, por su abundante.